I
Vireno, aquel mi manso regalado
del collarejo azul, aquél hermoso
que, con balido ronco y amoroso,
llevaba por los montes mi ganado,
aquél del vellocino ensortijado,
de alegres ojos y mirar gracioso,
por quien yo de ninguno fui envidioso,
siendo de mil pastores envidiado,
aquél me hurtaron ya, Vireno hermano,
Ya retoza otro dueño y le provoca.
Toda la noche vela y duerme el día.
Ya come blanca sal en otra mano.
Ya come ajena mano con la boca
de cuya lengua se abrasó la mia.
II
Querido manso mío que venistes
por sal mil veces junto aquella roca,
y en mi grosera mano vuestra boca
y vuestra lengua de clavel pusistes,
¿por qué montañas ásperas subistes
que tal selvatiquez el alma os toca?;
¿qué furia os hizo condición tan loca
que la memoria y la razón perdistes?
Paced la anacardina por que os vuelva
de ese crúel e interesable sueño
y no bebáis del agua del olvido.
Aquí está vuestra vega, monte y selva,
yo soy vuestro pastor y vos mi dueño,
vos mi ganado y yo vuestro perdido.
III
Suelta mi manso, mayoral extraño,
pues otro tienes de tu igual decoro,
deja la prenda que en el alma adoro,
perdida por tu bien y por mi daño.
Ponle su esquila de labrado estaño,
y no le engañen tus collares de oro;
toma en albricias este blanco toro
que a las primeras yerbas cumple un año.
Si pides señas, tiene el vollocino
pardo, encrespado, y los ojuelos tiene
como durmiendo en regalado sueño,
Si piensas que no soy su dueño, Alcino,
suelta y verásle si a mi choza viene,
que aún tienen sal las manos de su dueño.
COMENTARIO de la tercera parte:
Elena Osorio, hija de un autor de comedias, estaba casada y tuvo relaciones amorosas con Lope. Entre ellos hubo unas relaciones un tanto tormentosas.
Este soneto está dentro de la serie dedicada a Elisa. En esta serie hay sonetos, romances pastoriles y moriscos, etc.
Parece que Elisa cambia de amante, dejando a Lope y este saca los malos trapos de la familia de Elena y es denunciado. Lo condenan a no pasar por su calle y más tarde al destierro de Valencia.
En esta parte del soneto, Lope da otra versión de la realidad, él dice que el amante le quita a Lope de Vega su Elisa, cuando en realidad ella le dejó a él).
El soneto esta escrito en primera persona y se dirige en segunda perdona.
Utiliza la clave pastoril, que nos lleva a encontrarnos con términos que significan otra cosa
Suelta mi manso - cordero
Mayoral extraño...otro tienes de tu igual decoro - igual categoría
Ponle su esquila...collar - riquezas, regalos
Blanco toro - no se sabe lo que es
Primeras hierbas - primavera
Vellocino - lana, el pelo de Isabael
Choza - hogar
Sal - amor, Lope aún tiene amor que darle
Podemos dividir el soneto en dos partes:
· 2 cuartetos: comienza con imperativos, vocativos (ordenes imperativas)
· 2 tercetos: predomina el carácter de razonamiento.
La clave alegórica, dentro de la tradición pastoril, que comienza en la égloga, continúa en la novelas pastoril y llega hasta el romancero nuevo (que será muy utilizado por los poetas del siglo XVI-XVII).
Lope de Vega, a lo largo de todo el soneto, hace referencia a su gran sentido de la propiedad (es el dueño de Elena).
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